Gabriel Cortez, centrocampista del club Barcelona de Ecuador, máximo goleador de la liga de ese país con 7 goles en 9 partidos, fue señalado por las autoridades judiciales como cabecilla de una banda criminal que opera en Esmeraldas, una provincia costera fronteriza con Colombia.

La banda criminal es denominada "Los Tiguerones", y las autoridades la vinculan con el Frente Oliver Sinisterra, grupo disidente de las FARC que opera cerca de la frontera con Ecuador y al que se le atribuye el secuestro y asesinato de tres periodistas ecuatorianos en 2018

El futbolista, de 26 años, fue capturado este viernes 22 de abril junto a 17 personas más en un operativo policial contra la organización delictiva, y puesto a órdenes de las autoridades que investigan el caso.

"Ordenaba y recibía la información respecto a las personas que los sicarios habían asesinado”, se refirió en una rueda de prensa el ministro del Interior de Ecuador, Patricio Carrillo.

En redes sociales se difundió la fotografía de Cortez en el momento de su detención, custodiado por dos policías fuertemente armados.

Barcelona anticipó que "respetará las diligencias e investigaciones de los órganos de justicia", y deslindó de cualquier responsabilidad o complicidad en los presuntos delitos cometidos por Cortez, quien antes vistió las camisetas del Botafogo brasileño y los Lobos BUAP de México.

En ese sentido el club de Guayaquil aclaró: "Las actividades realizadas en el ámbito privado por sus jugadores y directivos son ajenas a la institución".

La institución deportiva también señaló que esperará las resoluciones que tome la Justicia para evaluar qué medidas toma con respecto al jugador.

Además del futbolista, entre los 18 detenidos se encuentran tres policías en servicio activo.

En el club Barcelona, líder de la primera fase de la liga ecuatoriana, a Cortéz le apodan el ‘Loco’.

Durante el operativo policial se realizaron allanamientos en 29 inmuebles que dieron también como resultado la incautación de tres vehículos, 14 teléfonos móviles, tres cámaras de vigilancia y un kilo de droga.

El operativo fue denominado "Operación Gran Impacto 10", llevado a cabo por la Policía Nacional de Ecuador en conjunto con la Fiscalía General.

De acuerdo al comandante general de la Policía de Ecuador, las detenciones se realizaron tras una investigación que duró cuatro meses donde se recabó la información para solicitar a la Justicia las órdenes de captura.

A "Los Tiguerones", las autoridades ecuatorianas les imputan los delitos de narcotráfico, terrorismo, asesinato, sicariato, extorsión, tráfico ilícito de armas y de municiones explosivos.